Author: gabtorar
•6:12
Romanos 12:11 "En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor"

Para Dios es importante la forma en que ocupamos nuestro tiempo. La Palabra de Dios nos advierte que los dias son malos y en Romanos hace un llamado a ser diligentes en lo que requiere diligencia. La diligencia en las cosas del Señor es la que a la larga permiirá obtener los resultados que esperamos en Él.

Ser diligentes implica actuar con disposición y prontitud, es no postergar aquellos asuntos que requieren una inmediata atención.

El estanque de Betesda ofrecía a los Israelitas la gran posibilidad de sanidad para los enfermos, pero el requisito era ser diligente, es decir, entrar en cuanto el ángel agitara las aguas. A la más mínima demora o distracción otro se podía meter antes que uno.

La diligencia es una virtud que en nuestros dias, los cristianos no estamos cultivando. Postergamos aspectos importantes de nuestro servicio y devoción al Señor, y lamentablemente esto en perjuicio de nosotros mismos.

Que Dios nos ama no es ningún secreto y que para recibir las bendiciones del Señor debemos pagar un precio tampoco lo es. La misericordia de Dios es para todos, pero Sus Bendiciones siempre tienen un costo.

El deseo de Dios es que no seamos perezosos sino fervientes en espíritu y que con ese fervor le sirvamos. Aviva la llama del servicio, métete en la comunión, no dejes de congregarte, canta alabanzas, haz oración sin cesar, colabora materialmente con la obra de Dios de modo sistemático, se diligente en estas cosas y tu vida espiritual sin lugar a dudas mejorará para la gloria de Dios y para el beneficio tuyo y de los que te rodean.

Muchos que postergan al Señor se consuelan diciendo: mañana me congregaré, mañana entregaré al señor mi tiempo, mañana daré al Señor lo que le pertenece, mañana, mañana, mañana... como si tuvieramos algún derecho sobre el mañana.

Un adagio mundano dice "no dejes para mañana. lo que puedes hacer hoy", eso es diligencia, y esa es la voluntad del Señor psra tí, recuerda que el mañana no nos pertenece. ¡¡Levántate para servir al Señor hoy!!
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